Para la juventud en general, la transición a la vida adulta significa la construcción de una identidad adulta, la seguridad de que se es competente y se puede sobrevivir sin el apoyo familiar necesario en la niñez. El paso de la condición de niño a la de adulto puede definirse como el proceso gradual de construir la autoestima y seguridad en la propia capacidad para valerse por sí mismo o bien, poder solicitar el apoyo cuando se necesite, pero no vivir permanentemente con él.
Para todos es bien sabido que pasar de la adolescencia a la adultez no es un proceso fácil, mucho menos cuando la persona presenta alguna discapacidad.
Cuando hablamos de discapacidad, si hay una detección oportuna, se tiene la posibilidad de una intervención que posibilite el aprendizaje en ambientes integradores como la escuela regular, la escuela tiene importancia en la medida en la que prepara para la vida, para el trabajo y para la independencia, por lo tanto, no permanecemos en el ambiente escolar por siempre y es necesario satisfacer otras necesidades propias de la vida adulta para lograr el máximo nivel de funcionamiento independiente en cualquier contexto.
Transición significa pasar de un estado a otro y para ello debemos establecer metas claras que han de guiar nuestros esfuerzos para que la transición sea exitosa, entre los puntos a considerar están:
- Comenzar a planificar tan pronto como sea posible - Tener una visión del futuro (oportunidades de vida independiente) - Explorar las alternativas de actividades y uso de escenarios en comunidad. - Poner en marcha el plan - Evaluar los progresos y hacer ajustes.
Con relación a la persona con autismo es necesario identificar sus intereses y capacidades, desarrollar un plan que permita desarrollar habilidades para desempeñarse dentro de la comunidad y los posibles ambientes laborales, aplicando las destrezas académicas aprendidas funcionalmente en tareas laborales y sobre todo, desarrollar su derecho a la autodeterminación, entendida básicamente como referencia a las opiniones de la propia persona con discapacidad.
El Programa de Transición a la Vida Adulta atiende a jóvenes en dos modalidades distintas, en ambas se trabaja el desarrollo de las habilidades que los preparen para lograr el máximo nivel de funcionamiento independiente en cualquier contexto, diseñando el sistema de apoyos efectivo para cada usuario. |